Cuando piensas en verano, probablemente te vienen a la cabeza helados derritiéndose, maletas llenas a presión, fotos con chanclas y sombreros gigantes... Pero ¿te has preguntado alguna vez de dónde viene esto de tener vacaciones?

📜 Un poco de historia (prometemos no aburrirte)

La palabra vacaciones viene del latín vacatio, que significaba estar libre de obligaciones. O sea, exactamente lo que todos buscamos en julio y agosto.

Pero no siempre fue así. Durante siglos, solo unos pocos privilegiados, la nobleza, los burgueses muy burgueses o los curas con casa solariega podían "veranear". Mientras el resto del pueblo seguía trabajando al sol... sin aire acondicionado, por cierto.

Familia burguesa en la playa

Fue en el siglo XX cuando se empezó a extender la idea de veranear como derecho, sobre todo en los años 60 y 70, con el famoso “desarrollismo español” y la llegada del turismo de masas. Empezamos a descubrir nuestras propias playas como si fueran el Caribe: Benidorm, Salou, Torremolinos... ¡y a meter la sombrilla en el 600 de toda la familia!

🧳 VACACIONES: antes VS ahora

1. Bocatas de tortilla en la playa VS Ensalada preparada del supermercado

Antes:
Verano era sinónimo de neverita azul, termo con café con leche (aunque hiciera 40º) y bocatas de tortilla con pan que se convertía en chicle por el calor. La tortilla era casera, a veces con cebolla, a veces sin… pero siempre con arena. Comer con las manos, en la toalla y mientras el aire olía a crema solar y salitre.

Ahora:
Lo práctico manda. Ensalada del súper, comes mirando el móvil y echando de menos, sin saberlo, ese bocata deshecho pero glorioso que sabía a vacaciones de verdad.

2. Cámara compacta con carrete de 36 fotos VS 3.000 fotos con el móvil

Antes:
Había que pensarse bien cada disparo. ¡Sólo 36 fotos por carrete! Y lo de esperar a revelarlas era casi parte de la magia. Spoiler: siempre salía alguien con los ojos cerrados.

Ahora:
¿Foto con la paella? ¿Otra por si acaso? ¿Una más por si hay sombra? Resultado: 3.000 fotos… y ni una impresa.

 3. Postales a mano a la abuela VS Sticker en stories diciendo “modo avión”

Antes:
“Querida abuela, todo bien. Hace calor, pero nos estamos bañando mucho.” Las postales eran el WhatsApp de los 80: tardaban una semana en llegar, pero daba igual.

Ahora:
Subes 8 stories con música chill y el mismo texto en 3 idiomas: "Sunset vibes / vacaciones / desconectando / Modo Avión On”.

 4. Verano azul en la tele VS Netflix

Antes:

Toda la familia pegada a la tele del salón viendo Verano Azul, con su drama, sus bicis y su "Chanquete ha muerto" como trauma nacional. Las vacaciones también eran eso: rutina televisiva compartida.

Ahora:

El ventilador suena de fondo y cada uno está viendo algo distinto en su pantalla. El verano se maratonea por capítulos…

📸 5. Álbum de fotos familiar VS 7.000 archivos olvidados en la nube 😢

Antes:
Abrir el álbum familiar era un ritual. Cada página plastificada guardaba momentos, risas y moda discutible. Las fotos eran pocas, pero llenas de historia.

Ahora:
¿Dónde están las fotos del verano pasado? Buena suerte encontrándolas entre capturas de pantalla, memes y vídeos de tu perro. El recuerdo está… en algún sitio de la nube.

📸 ¡Y aquí entra FOTOPRIX!

Porque sí, todo cambia… pero lo que no cambia es esa sensación de ver tus fotos de verdad. Tocarlas, mirarlas en papel, enseñarlas en una sobremesa y decir:
—“¿Te acuerdas de esto?”
—“¡Y tanto! ¡Qué moreno ibas!”
—“Morado más bien…”

En Fotoprix llevamos décadas ayudando a convertir tus momentos en recuerdos tangibles. Álbumes, fotos impresas, imanes del viaje, tazas, marcos… Si este verano haces mil fotos con tu móvil, no las dejes morir en la galería. ¡Dales vida!

☀️ Conclusión: Las vacaciones son cultura

Desde los baños en el río hasta el postureo con flotador en forma de flamenco, el verano forma parte de nuestra historia, de nuestra identidad y, sobre todo, de nuestra memoria.

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